Cuando notamos que nuestro hogar necesita renovarse, pintamos las paredes bajo nuestro criterio y según nuestro gusto. Sin embargo, es necesario elegir bien el nuevo color que le daremos por dentro a nuestra casa para mantener la armonía con los muebles y accesorios y generar una mejor energía entre los espacios. Pintar las paredes de nuestra casa es una oportunidad para renovar su aspecto, mejorando su estilo y ofreciéndole una personalidad especial a cada ambiente. Para renovar una pared no es necesario hacer una gran inversión, sino basta con tomarse el tiempo de aplicar alguna pintura que nos ayude a crear mejores espacios. Elegir un adecuado color para nuestros ambientes despertará respuestas emocionales específicas. Además, esto dependerá del estilo y sobre todo, de las preferencias personales de cada cliente. Y es que está comprobado que la elección de los colores ya no solo se queda en un plano estético, sino que estos influyen en el estado de ánimo de las personas. Para darle un aire diferente a nuestro entorno y verlo renovado, es necesario depositar toda la confianza en los expertos en pinturas decorativas, como son los productos de American Colors. Si bien, la pintura es una inversión, no se tiene que esperar mucho tiempo para ver la retribución. Todos tenemos una pared que quisiéramos renovar, y la manera más fácil es cambiándole el color. Por eso es necesario saber cómo debemos pintar una pared que ha sido pintada antes,  con la finalidad de darle el acabado que queremos. Aunque parezca una pregunta muy básica, es totalmente válida. Pintar no es una tarea para tomarla a la ligera. Todos tenemos una habitación o espacio que quisiéramos renovar. Entonces, ¿por dónde comenzamos a pintar? Ello dependerá del tipo de pintura con el cual estuvo pintada la pared y con qué clase de pintura deseas pintarla ahora. 

Pero, no te angusties. Hay ciertos pasos que podemos seguir para hacerlo de la mejor forma y disfrutar el proceso. Por ello, hoy hablaremos sobre cómo pintar una pared que ya ha sido pintada y no aburrirse en el intento.

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Pasos para pintar una pared que anteriormente ha sido pintada

Hay una premisa que prevalece: siempre hay que preparar la pared. Y preparar una pared se hace siempre de la misma manera, sin importar qué pintura vamos a aplicar y qué pintura ya está aplicada. Por esa razón, veamos cómo debemos preparar esa pared: 1. Primero debemos repararla si tiene humedad o grietas. Además, tendremos que lijarla para dejarla lisa, para evitar que la nueva pintura no marque las huellas antiguas.

2. Para lijar la pared, si está pintada en temple nos será muy sencillo dejarla bien lisa, simplemente con una esponja o taco de la lija de grano medio o fino. 3. Si la pared está pintada de pintura plástica, también la lijaremos a mano, aunque será un poco más difícil. Si tiene demasiadas imperfecciones salientes y la esponja o taco de lija nos queda corto, necesitaremos una lijadora eléctrica para dejar la pared bien lisa.

3. Una vez reparada y lisa, hay que limpiarla. La pared debe estar seca y limpia. Sin polvo ni alguna impureza. Debemos pasar un trapo seco o húmedo sobre la superficie para limpiarla a la perfección. 4. Y ahora ya tenemos la pared lista. En la mayoría de ocasiones no necesitarás hacer casi nada de esto, únicamente limpiar el polvo y lijar algún golpe. Pero, aun así, ya conoces cómo limpiarla adecuadamente.

Ahora ya sabes lo sencillo que es preparar una pared previamente pintada. Recuerda que el acabado que obtengas al final, se verá reflejado en todas las preparaciones que tuviste. ¡Ah, y antes de terminar estas recomendaciones…! 

El decotutorial de American Colors